El 1 de abril de 2025, la Comisión Europea presentó una propuesta para adaptar la política de cohesión (2021-2027) a retos estratégicos actuales como la descarbonización, la innovación, la seguridad, la vivienda y la transición energética.
Se permitirá reprogramar fondos para apoyar infraestructuras militares, tecnologías limpias y regiones fronterizas. También se duplicará la financiación para vivienda asequible y se lanzará un nuevo instrumento financiero con el BEI. Los proyectos estratégicos podrán recibir hasta un 30 % de prefinanciación, e incluso el 100 % de los costes en algunas regiones.